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Esta semana, la prensa ha hecho eco de la solicitud, entrada a registro por diputados de cinco grupos del Parlamento, para la prohibición de "uso" (sic) de animales en los circos en Cataluña. El mismo texto ya es capcioso: en el circo no se usan, actúan. Se usan en los mataderos y en los cotos de caza pero claro estos se cuidan bien de no mostrar el verdadero sufrimiento animal, su vía crucis diario hacia la muerte. La propuesta de ley pretende amputar al circo de una de sus partes integrantes y reservar la doma para hípicas, zoos, competiciones deportivas, clubes de polo y centros de agility (doma de perros). Estos días el Circo Raluy, con un número de perros artistas, actúa junto a la Feria de Girona donde, en su zona destinada a las mascotas, se celebra cada tarde una demostración de agility (doma de perros). De aprobarse la ley, el próximo año, el público gerundense podría ver los perros en la Feria ¡pero no en el circo! Probablemente llegaríamos al máximo nivel de incoherencia cuando nuestros políticos contrataran, como ya han hecho, los grandes espectáculos internacionales "Zingaro" o "Cavalia" de doma ecuestre bajo carpa pero presentándolos con el nombre de 'Teatro hípico' para que esto no supusiera ninguna ilegalidad. En la última edición del Festival del Circo de Figueres, colectivos ecologistas atacaron al evento por presentar una exhibición de volteo ecuestre (disciplina deportiva) pero no hicieron ningún ataque al torneo medieval a caballo celebrado semanas después en la Rambla de la misma ciudad.
¿Cuál es la mano negra que persigue al circo con animales? ¿Qué intereses económicos la mueve? ¿Qué hace que pretendan amputar al circo de su creador, el caballo, pero no suceda así lo mismo con las hípicas, ferias del caballo o clubes de polo? ¿Quién insiste en el binomio circo-maltrato animal? Todo, cuando el bienestar animal en los circos está perfectamente regulado por normativas europeas y controlado ciudad a ciudad por los agentes medioambientales de los Mossos y los veterinarios de la propia Generalidad. Para la celebración de la nueva ley propongo que el Parlamento pida a la Guardia Urbana montada a caballo de Barcelona que realice un carrusel en la Ciudadela, la misma exhibición que mostramos al mundo en la ceremonia de los Juegos Olímpicos de 1992. Pero cuidado señores parlamentarios: ¡no lo hagan bajo carpa ni en pista circular! porque entonces infringirían su nueva medida! Está claro: un jinete al aire libre es ejemplar, como lo es en un pabellón deportivo- no olvidemos que la doma ecuestre es disciplina olímpica - , pero dentro de la pista circense y bajo vela se convierte , por arte de magia, en maltratador . El día de la prohibición dejarán de actuar los delfines del zoológico? a pocos metros del Parlamento ? ¡No lo creo! Aquellos , como la Guardia Urbana a caballo, forman parte del sistema y no lo hacen bajo los circos en ruta , los proscritos de las artes escénicas y de la impuesta cultura posmoderna , los representantes del espectáculo más popular y democrático de la historia moderna : el circo de vela en gira. La ignorancia es atrevida y son éstas las contradicciones de una sociedad hipócrita movida por los intereses económicos que se siente poderosa ante los frágiles y con sus silencios se hace cómplice de los intereses de los poderosos.
Genís Matabosch
Director del Festival Internacional del Circo Ciudad de Figueres
Josep Elias Farre. 11 nov 2013 a las 18:30
Muy acertado este artículo que sirve para protestar por el "mal trato" que se està dando al circo con artistas animales.
La premsa igualadina, ya ha publicado diversas notas a favor de los animales circenses ante la prohibició de sus actuaciones en esta ciudad de circos que lleven números con artistas animales y de algun escrito inserido pior una associacion animalista.
Creo que de prosperar esta propuesta de ley, tendremos que ir a ver circo en Montecarlo, o en otros países más democràticos.
JOSEP ELIAS FARRE
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