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El hombre mono de Barcelona (ES): un caso para Auguste Dupin

Edgar Rice Burroughs (1875-1950) comenzaba a escribir la novela por entregas Tarzán de los monos en 1912 y fue editada en libro, por primera vez, en 1914. En enero de 1918 llegaba a las pantallas americanas de cine la primera versión muda de la película, dirigida por Scott Sidney e interpretada por Elmo Lincoln. Los cines de Barcelona la proyectaban en 1920.

Desde que Charles Darwin revolucionó el mundo de la ciencia con El origen de las especies (1859), la imaginación popular ha jugado con la idea de la relación entre los monos y el hombre. Primates inteligentes, niños salvajes y supuestas eslabones perdidos, mitad humano, mitad animal, traídos de países exóticos y aprovechándose de la ignorancia y la curiosidad de la gente han nutrido las atracciones circenses y han llenado las barracas de feria durante el siglo XIX y las primeras décadas del XX.

Antes de que Tarzán llegara a Barcelona, nuestra ciudad ya había paseado sus hombres-mono por los escenarios. Entre los meses de junio y agosto de 1882, Hauka (o Jauka), "el hombre mono", actuaba en el Circo Ecuestre Barcelonés de Gil Vicente Alegría, en plena plaza Cataluña, en una función encabezada por el habitual Compañía Ecuestre Gimnasia, y compartiendo velada con "los célebres Wilson", hermanos saltimbanquis, "y los singulares Honrey" (1), también hermanos, acróbatas y payasos musicales y excéntricos.

En septiembre del mismo año le salió, sin embargo, un competidor. El Teatro Circo Barcelonés anunciaba "el debut de la célebre compañía estadounidense de Mis. Zaea y Pongorila el Verdadero hombre mono "(2), en el local de la calle Montserrat 18-20.

Si tenemos que hacer caso de los carteles y la publicidad, el espectáculo estaba formado por una pareja de acróbatas (una mujer y un hombre) y un mono, al que hacían actuar como una persona, lo que debería sorprender a los espectadores de aquella época. Tanto es así que Pongorila viajó por todo el mundo: Bilbao (1888) (3), Nueva York (1893) (4), México (1894) (5) o Escocia (1913) (6), última vez que aparece en los diarios. En Barcelona vuelve en 1901 (7) durante las Fiestas de la Merced, ahora en el Tívoli-Circo Ecuestre, en la calle Caspe, donde el circo de la familia Alegría se instaló durante un tiempo después de que se derribara el pabellón de la plaza Cataluña (1895) (8).

La mujer aparece con dos nombres diferentes según las épocas. A veces como Mis. Zaea y en otros como Mantileni o Mantelini, como es el caso del anuncio del New York Clipper (1883): "Miss Florence Mantalini and The Original Pongorila" (9).

Pero Mr. Pongorila, que así es como se le cita a veces, no es el mono, sino el acróbata. Es un dato que no se explicita ninguna parte, pero lo sabemos por la crónica que en 1882 aparecía en el Diario de San Sebastián, antes de que llegara a Barcelona por primera vez:
"Anoche Tuvo Lugar en el Teatro Principal una función extraordinaria, en la cual se exhibíamos por primera vez la celebridad europea Mr. Pongorila, hombre mono. [...] El hombre mono, al final de los arriesgadísimos Ejercicios que ejecutar, fue llamado repetidas veces á escena, entre los Aplausos del público, viéndose obligadas a quitarse la careta. No dudamos que en las funciones en que tome Parte esta notabilidad se verá Llena Nuestro pequeño coliseo (10). "

La atracción de Mr. Pongorila pertenecía, según el New York Clipper mencionado antes, en el Gran Circo Pubillones, una compañía circense de La Habana creada por Antonio Pubillones Castaño, natural de Cangas de Onís (Asturias), pero establecido en Guantánamo, al isla de Cuba, entonces posesión española (11) .Un hijo de Antonio se casó con "la Bella Geraldine" (Geraldine Leopold), actriz, funámbula, trapecista y bailarina, que a finales del siglo XIX trabajaba en el Circo Ecuestre, y la lozana y generosa belleza de la cual inspiró un elixir milagroso con su nombre, que los charlatanes vendían a gritos en aquel primer Paralelo de barracas de feria (12).
A medida que el público se vuelve menos crédulo, la idea del hombre mono desaparece de las carteleras y es sustituido por el mono que entretiene las criaturas en los circos. Como Max, que en 1909 actuaba en el Tívoli, y en 1913 (13) lo hacía en el Salón Doré de la Rambla de Cataluña, ahora con el nombre de Maxim. La Vanguardia la anunciaba como "mono hombre", alterando el orden de los términos: "Debut del mono hombre, el Mono Max es el mono del universo. El mono con cerebro, fuma, bebe, come, se acuesta en super camita, Juego a cartas, monta en bicicleta. Niñas y niños á ver al mono (14). "

En otros casos, se recuperaba la idea de Mr. Pongorila, como ocurría en 1919, y se recurría a una pantomima. A veces, la máscara y el disfraz ofrecen un efecto más realista que el engaño, como es el caso de Nathalia, que actuó en el Principal Palace (1919; actual Teatro Principal de la Rambla) y Eldorado (1922): "La Dirección artística del Principal Palace, ha combinado para hoy viernes, un programa de atracciones notabilísimas. Últimamente acaba de obtener éxito en el Olimpia de París, Nathalia, el hombre mono; se trata de una imitación tan perfecta y asombrosa que, en Barcelona, como acaba de ocurrir en París, el público la encontrará digna de los Aplausos que ante todos los púublicos Europa ha obtenido (15). "

En 1924, el portugués Néstor Lopes, "el hombre mono", actuaba en el Teatro Bosque (donde ahora está el cine): "Deseoso la empresa del teatro del Bosque de dar una constante VARIEDAD la temporada de circo, a más de los extraordinarios números que forman el programa diario, hoy, en la sesión de la tarde, debutará el artista Néstor López, «el hombre mono», cuyos arriesgados Trabajos presenciaron miles de espectadoras desde la plaza de Cataluña. «El hombre mono» ejecutará, en el Bosque, el más arriesgado de su repertorio (16). "

Pero ahora el hombre mono ya no hace referencia a un disfraz o una imitación simiesca, sino a la actuación de un gimnasta que realiza ejercicios arriesgados como los mencionados de la plaza Cataluña, cuando escaló la Casa Segura: "Turó Park . La dirección de estos esplendidos jardines, ha podido escriturar para dos únicas exhibiciones, el temerario atleta portugués Néstor Lopes. Se uno de los más fuertes acróbatas Cinematográficos que hoy actúan en público, sume Serenidad, sume audacia y sume desprecio al peligro se verdaderamente admirable. Ejecutar sobre temerarios Trabajos con una simplicidad extraordinaria. Ha actuada en los principales Centros de Europa, produciendo intensa emoción a todos los espectadores. El trabajo que ejecutará en la gran plaza de fiestas del Cerro, se uno de los más sensacionales de super repertorio. Para demostrar sobre condiciones atléticas, al igual que en Madrid, escalará el viernes próximos a la una de la tarde, la fachada del monumental edificio, que hay en la plaza de Cataluña Chaflán en la Puerta del Ángel (17). "

Pero esta evolución no significa que el supuesto engaño haya desaparecido como espectáculo. Las barracas y los espectáculos ambulantes, continúan ofreciendo atracciones con fenómenos. Hemos pasado por alto el hombre salvaje que se exhibió en la plaza Cataluña en 1895, poco antes de que se derribaran todos los barracones. Es una historia tragicómica en la que le fue la vida, pero que se escapa a la extensión de este apunte. Guardaremos los fuegos artificiales para otras ocasiones.

Sí mencionaremos, por último, el hombre mono que fue una de las atracciones del Paralelo a partir del año 1925. Pertenecía al espectáculo de la barraca de Francisco Roca, el del Museo Anatómico que de exhibición precaria dio el salto a un local de la calle Nou de la Rambla, como ya hemos mencionado varias veces en Bereshit.

Conocíamos este espectáculo por el cartel donde se anuncia el museo anatómico y "Los estragos del Barrio Chino", y fenómenos de feria como "el hombre mono, la araña gigante del Japón, las hermanas siamesas, monstruos humanos, galería de curiosidades, fetos humanos auténticos ... "Pero aún tenemos un volante donde se anima al público a ir a ver" el Hombre Mono "que se exhibe en la feria y augura un" gran éxito de risa ".

Dejando de lado que este hombre mono fuera alguien con una tara genética o un engaño que se esconde tras un disfraz, el auténtico fenómeno es el espectador. Aquel individuo que va a las barracas de feria buscar diversión encarándose a la rareza o la enfermedad para obtener un disfrute, una reafirmación de su personalidad o la convicción de que su desafortunada existencia es un paraíso comparada con la de quien del exhibición de la diferencia o la tara saca un beneficio que no podría obtener de otra manera. Nada diferente de los "fenómenos" que muestran sus miserias en la televisión o en las revistas a cambio de una limosna después de poner en venta su dignidad.

Tragicomedia, decía antes. Y para que quede claro, vamos a cerrar el círculo. Durante los días que Hauka, el primer hombre mono que hemos descrito, actuaba en el Circo Ecuestre Barcelonés de la plaza Cataluña, en el verano de 1882, en un piso del Raval se perpetraba una parodia del cuento de Edgar Allan Poe, Los crímenes de la Rue Morgue. Leemos la curiosa noticia que publicaba La Vanguardia en julio de 1882:
"En las habitaciones Donde hay realquilados ocurrente desde algún tiempo á esta Parte Hechos de distinta índole, que dan pasto á la crónica periódica. Ayer en la calle Poniente, Mientras cenaba un inquilino que el parte oficial consigna con el número de "El hombre mono", fuese la dueña á una de las estaciones de ferrocarril de esta ciudad, y al regresar á su casa encontró la puerta abierta. Así que Hubo penetrado en la habitación se le Arrojo Encima un joven tapándole la boca para que no pudiera gritar, y luego éste y una prójimo que le acompañaba, tomaron las de Villadiego. REPUESTO la dueña del susto, examino la habitación y Hall un bastón perteneciente, según parece, al joven caco. El inquilino encontró luegoa l menos unas 200 pesetas que tenía colocadas en un cesto. No fue mala la perrada que le jugaron al "Hombre mono" (18).

Si en la denuncia oficial se hacía constar "El hombre mono" hay que pensar que la autoridad competente se avino a reflejarlo porque aquel individuo era, efectivamente, "El hombre mono", como indica el artículo determinado, y no un hombre mono cualquiera.

Si el hombre mono del Circo Ecuestre y el desgraciado de la calle Poniente (actual Joaquín Costa) son el mismo individuo o de la misma especie no lo podemos asegurar. Es un caso para Auguste Dupin.

notas:
1. La Vanguardia, 12 de junio y 6 de agosto de 1882.

2. La Vanguardia, 21 de septiembre de 1882.

3. El Guipuzcoano, 16 de diciembre de 1888.

4. New York Clipper, 20 de mayo de 1893.

5. 1900: Tercera parte. El circo y el cinematógrafo de Juan Felipe Leal. México: UNAM, 1985.

6. Grangemouth Advertiser, 4 de enero de 1913.

7. La Publicidad, 24 de septiembre de 1901.

8. Situación de la plaza Cataluña y las barracas de feria antes de su urbanización en "Ex-plaza de Cataluña".

9. New York Clipper, 20 de mayo de 1893.

10. Diario de San Sebastián, 16 de febrero de 1882.

11. "Tras la huella de los Pubillones". Asturiano-American Migration Forum.

12. Biografía del Paralelo 1894-1934 de Luis Cabañas Guevara. Ediciones Menphis, 1945.

13. La Publicidad, 25 de julio de 1913.

14. La Vanguardia, 4 de diciembre de 1909.

15. La Vanguardia, 14 de noviembre de 1919.

16. La Vanguardia, 3 de julio, de 1924.

18. La Vanguardia, 24 de julio de 1882.

Fuente: Enric H. March

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